
Como una primavera de costal y faja renacida, nos trae la Pascua del Señor una vuelta a la vida, a la contemplación del Árbol de la Cruz con la alegría de que Cristo, nuestro Señor Redentor, vence a la muerte, vive para siempre.
En esta pascua que comienza volvemos la mirada a nuestras Fiestas de Gloria y lo hacemos a través de los jóvenes costaleros que llevarán el Árbol de la Cruz sobre sus hombros.
Informamos de la Igualá y de los ensayos en el comienzo de un nuevo mayo, que siglo tras siglo celebramos en Brenes, desde tiempo inmemorial, las Fiestas y los Cultos del Trono del Resucitado.