Radiante y majestuosa se nos presenta nuestra Amantísima titular la Santísima Virgen de los Dolores en su Soledad para este mes de Enero, el comienzo de año de su Coronación Canónica.
Coronando sus benditas y gloriosas sienes la antigua corona de salida, su inigualable y bellísimo rostro queda enmarcado con un tocado de punto de duquesa del que pende una cruz pectoral de oro, su corazón queda traspasado por el puñal de oro y plata.
Reina vestida de Sol, con saya burdeos, manto negro ambos bordados en oro sobre terciopelo junto a cinturilla con el símbolo de “María Amantisíma” realizada a realce y toca de sobremanto realizada con encajes de oro.
En sus divinas manos se encomienda el pueblo brenero, para que Ella, la Reina de la Paz y Madre del Salvador medie ante su hijo, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Caridad.